Martina & Mario

Martina & Mario
Martina, Mario y su inseparable BIBI

8/3/12

La Guarderia


Empieza la Guardería:

Mario empieza la guardería con el siempre valioso apoyo de su hermana. Bendita Martina!!! Mario empieza a medio curso de P1 y pasa los 5 últimos meses de 9h a 17h sin comer en absoluto. La siesta genial pero la comida ni tocarla. Finalmente nos dieron una carta en la guardería alertando a la doctora de que la situación no era sostenible por más tiempo y ratificaban la angustia de los padres. Tomaba leche por la mañana y el biberón de fruta natural que le llevaba a las 17h cuando le recogía. Por la noche cenaba carne o pescado siempre cortado de la misma forma porque si no era imposible. Comió sólido antes que aceptar la cuchara.
Comenzó P2 comiendo el segundo plato del menú: la hamburguesa, el pescado, las albóndigas,... pero nada de tocar un plato de macarrones, unas lentejas, una sopa,... Bueno, algo es algo, pensábamos.
Entre la pediatra y la guardería pasamos lidiando todo el curso con las malditas bronquitis... Cuando vomitaba y tenía diarrea y le poníamos a dieta de agua de arroz mejoraba mucho su carácter, pero no se relacionaba con los niños de la guardería, no se dejaba consolar por las cuidadoras, no colaboraba en las tareas, no seguia las actividades, la entrada era siempre angustiosa para él,... terrible!
La guardería consiguió visita del EAP alertando del comportamiento de Mario y con la mediación de la pediatra conseguimos entrar en Cdiap. Supongo sabéis de las limitaciones de estos centros, así que se demoró bastante el comienzo de las sesiones, entre la espera de la primera visita que fueron unos 6 meses y el comienzo regular de las visitas nos vamos a 9 meses de angustia en casa sin asistencia de ningún profesional que nos dictase pautas de comportamiento con el peque. Decidimos utilizar la mútua privada que tenemos y realizamos varias sesiones con una psicóloga pediátrica pero sólo hacíamos seguimiento y nos comentaba que tan pequeño era muy difícil confirmar diagnóstico.
En verano no aguantábamos más sin ningún tipo de diagnóstico. Pasamos meses leyendo todo tipo de reportajes, viendo videos de mil síndromes y enfermedades y nada nos parecía que recogiese lo que le pasaba a Mario. Claro que no somos expertos. Le llevamos al Centre el Carrilet y le diagnosticaron autismo en la tercera sesión, pero nos dijeron que tenía un canal de comunicación abierto, muy probablemente debido a su siempre "machacona" hermana y que le veían muchas posibilidades. Después le diagnosticaron en el Hospital San Juan de Dios, en el departamento de detección precoz, con lo cual nos juntábamos con dos diagnósticos de Autismo.